Los sueños de un realista

 Mi luz.

Tratando de hacer recuento de las veces que te he escrito soy consciente de que no son suficientes, ya que no existen palabras de agradecimiento ni declaraciones a la altura de todo lo que me generas.

En repetidas ocasiones hacemos que la realidad nos ate al suelo para no fantasear demasiado protegiéndonos así del temido golpe fruto de desengaños de la vida. Esos "nunca se sabe...", "hay que ser realistas..." y muchas otras expresiones se han convertido en una especie de alivio en numerosas ocasiones para una sociedad cada vez menos responsable emocionalmente y cada vez más egoísta.

Que suerte tuve al encontrarte en mi camino. Desde que me crucé con esos ojos cautivadores, esa piel deslumbrante y, sobre todo, esa esencia que eclipsa todo aquello que te rodea... todo lo demás deja de tener importancia.

Toda esa esencia que irradias produce vértigo y la mejor decisión de mi vida fue asomarme a ese precipicio, ese precipicio de emociones nunca antes experimentadas, esa luz capaz de ilusionar al mayor de los pesimistas... y a la vez tan paracaídas...

Has sido todo lo que me hacía falta para caer siempre de pie cuando la cosa se torcía, cuando algo duele sé que tengo a mi lado mi salvavidas, mi razón para sonreír cada día y una cómplice en todo lo bonito que ocurre en mi vida. Vale la pena levantarme de la caída, sacudirme el polvo y aparecer con una rosa por tu puerta para ver esa sonrisa, esa que tanto me llena...

A día de hoy me siento la persona más afortunada del mundo porque soy capaz de soñar, de ilusionarme y de confiar sin ningún miedo, porque todo lo malo deja de tener importancia cuando te acuestas cada noche a mi lado.

En este mundo lleno de platos rotos, has conseguido hacer soñar a un realista y ojalá, como realista, todos nuestros sueños se hagan realidad, juntos.

De corazón, gracias por todo lo que me das.

Que le jodan al mundo mientras estés a mi lado.

El Rincón de Hache.